
Acondicionamiento acústico vs. Aislamiento acústico – ¿se pueden mejorar los dos simultáneamente?
A menudo, los términos acondicionamiento y aislamiento son confundidos y utilizados indistintamente, pero... ¿Cuál es la diferencia entre ellos? ¿Se puede acondicionar y aislar un espacio con una única solución acústica? A estas y otras preguntas trataremos de responder en el siguiente artículo.
El acondicionamiento acústico estudia cómo alcanzar el confort sonoro en una sala una vez que el ruido entra en un espacio (debido a que las construcciones no pueden ser totalmente herméticas), o cuando creamos sonido debido a las actividades que se desarrollan dentro de la misma. Para ello, y en espacios ordinarios (escuelas, centros sanitarios, oficinas, industria, restauración…) la solución más sencilla y efectiva es introducir absorción a base de techos acústicos o paneles de pared. Por su parte, el aislamiento estudia la transmisión de ruido entre diferentes estancias de un edificio, o de fuera a dentro del mismo. Es decir, trata de prevenir la penetración de ruido en una estancia. Para mejorar el aislamiento, se trabaja con las envolventes (forjados, fachadas, paredes…) así como con las ejecuciones en obra (para evitar puentes acústicos, fugas de ruido…). Una mala ejecución del aislamiento (que requiere mano de obra cualificada) podrá resultar en un resultado indeseado y la consiguiente falta de privacidad. El acondicionamiento acústico, por el contrario, depende menos de este factor, ya que la introducción de absorción en el espacio mejorará el confort de forma muy perceptible. Existen dos tipos de aislamiento, cada uno correspondiente a la forma en la que se trasmite el sonido (aire o estructura): aislamiento a ruido aéreo y aislamiento a ruido de impacto (ver Figura 1).
Fig. 1 - Transmisión de ruido aéreo (izquierda) y de impacto (derecha). Las flechas con la letra “D” se refieren al camino del sonido “directo”, mientras que las “F” denotan transmisiones de flanco o transmisiones laterales (figura tomada de [J.Negreira 2016]).
¿Un falso techo aísla? ¿Puedo saber cuánto?
Existen ocasiones, debido por ejemplo a requisitos de proyecto, donde las particiones verticales no llegan hasta el forjado y/o donde además no se pueden instalar barreras fónicas. En este caso, independientemente de lo buen aislante que sea una pared, existirá parte del ruido que “viajará” a estancias adyacentes a través del plenum (lo que se conoce como transmisiones de flanco o laterales –ver Figura 2), produciendo distracciones, molestias y por lo tanto (por ejemplo, en una oficina) disminución de la productividad y confort de los trabajadores.
Fig. 2 – Transmisión directa y por flanco entre salas. RA es el índice de reducción de ruido ponderado (que tiene en cuenta teóricamente solo la transmisión directa) de la pared, mientras que Dnf,w es el índice de transmisión por flanco ponderado del falso techo.
Existen procedimientos normalizados (la norma ISO 10848-2) que nos estipulan cómo evaluar (en laboratorio), el aislamiento acústico lateral (es decir, a través del plenum) a ruido aéreo que produce un techo suspendido. El resultado se expresa a través del índice Dnfw (la letra “f” viene de flanco y la “w” de weighted –ponderado/valor medio). Las cantidades medidas según este estándar se pueden usar para comparar diferentes productos medidos bajo las mismas condiciones, para estipular como un requerimiento en cierta construcción/prescripción o como datos de entrada para métodos de predicción existentes.
Este aislamiento a través del plenum Dnfw “interactúa” con el aislamiento de la pared vertical RA; y mediante cálculos se puede estimar cuál es el aislamiento teórico del sistema techo-pared en su conjunto, puesto que de la interacción de ambos dependerá el resultado del aislamiento real, influyendo negativamente la solución más “débil”. No obstante, se debería comprobar in-situ también para asegurarnos de que las ejecuciones en obra son adecuadas y de que el valor teórico se acerca al real. Ecophon recomienda (en casos donde se requiera privacidad y las paredes no lleguen a forjado) utilizar techos fonoabsorbentes con un aislamiento (Dnfw –o el índice “equivalente” americano CAC) de al menos 35 dB. Si los requisitos de privacidad son más estrictos, este valor debería elevarse a Dnfw >40 dB. Combinando esto con una partición suficientemente aislante, se podrá asegurar el cumplimiento del valor diana.
¿Qué hacer cuando se necesita aislamiento y acondicionamiento acústico simultáneamente?
Un falso techo acústico no es per se un elemento de aislamiento. Esto es debido a que se necesita elementos porosos para absorber sonido (es decir, un elemento ligero), mientras que el aislamiento aumenta (simplificando y generalizando) según aumenta la masa. No obstante, Ecophon tiene en su portfolio soluciones que, debido a su microestructura, aíslan mejor que un falso techo tradicional, a la vez que siguen manteniendo su clase A de absorción (la más alta). Por lo tanto, mediante la instalación de estos sistemas podremos asegurar (en casos donde las particiones no alcanzan la losa estructural superior, creando por lo tanto una ruta de transmisión de sonido horizontal a través del plenum), tanto la privacidad entre espacios adyacentes como el confort dentro de la sala (baja reverberación, y buena inteligibilidad).
Ecophon Combison™ dB42 es la forma más rápida, fácil y efectiva de combinar propiedades de absorción de sonido y aislamiento entre espacios; y puede ayudar, además, a reducir la transmisión vertical de planta a planta. En ocasiones donde los requisitos no sean tan exigentes, otra opción puede ser el Ecophon CAC35.