
Investigación acústica en el cuidado de personas mayores
Un mal diseño acústico no solo es molesto, sino también poco saludable, especialmente para los ancianos de las residencias para la tercera edad.
El entorno sonoro de un edificio desempeña un papel importante para las personas con demencia. Los problemas de percepción que sufren las personas con demencia pueden hacer que pierdan la capacidad de interpretar con precisión lo que oyen y que ciertos sonidos les resulten frustrantes.
La demencia es un término genérico que engloba un conjunto de síntomas que afectan al cerebro. Puede afectar a la memoria, la movilidad, la percepción, la comunicación y la audición.
Aunque la demencia no tiene cura, es importante crear un entorno sano y positivo en el que las personas puedan desarrollarse y disfrutar de una buena calidad de vida.
Con respecto a la acústica, se dice que de todos los sentidos, el oído es el que tiene el impacto más significativo en las personas con demencia en términos de calidad de vida.
El ruido puede ser angustiante y aislante. Las personas con demencia a menudo experimentan un ruido de fondo constante. Algunas personas con demencia tienen una sensibilidad extrema al ruido, lo que aumenta los niveles de estrés, ansiedad, confusión, presión sanguínea, ritmo cardiaco y fatiga.
Los problemas perceptivos que experimentan las personas con demencia hacen que puedan perder la capacidad de interpretar con precisión lo que oyen, encontrando ciertos sonidos frustrantes.
La revisión basada en la evidencia de Marquardt et al (2014) encontró un vínculo entre los altos niveles de ruido y el "comportamiento no deseado" en las personas con demencia. En otros estudios, el ruido se ha relacionado con la falta de participación y el aislamiento social. Sin embargo, no todos los sonidos son "malos", ya que se descubrió que los sonidos agradables son "positivamente estimulantes". La revisión de Marquardt concluye que una buena acústica debe ser: "uno de los esfuerzos arquitectónicos clave en los entornos asistenciales para personas con demencia".
También existen vínculos entre la pérdida de audición y la demencia. La pérdida de audición es la forma más común de discapacidad en Europa. Tiene un enorme impacto en nuestra forma de relacionarnos con las personas y los espacios, lo que conduce al aislamiento social. También es más común a medida que envejecemos. El riesgo de padecer demencia casi se duplica si se tiene una pérdida de audición leve no tratada y, con una pérdida de audición moderada, el riesgo de demencia se triplica. Con una perdida de audición severa no tratada, el riesgo de desarrollar demencia es cinco veces mayor.
Creemos que, aunque es necesario investigar más sobre la definición de los niveles de ruido adecuados para los distintos espacios, se han encontrado algunos aspectos comunes del diseño acústico. Son beneficiosos para ayudar a crear un entorno tranquilo que contribuya a aliviar el estrés y ayude a procesar la información.
Más información sobre los sentidos y la demencia en esta presentación de la arquitecta e investigadora alemana Birgit Dietz:
Referencia:
Marquardt, G., Bueter, K. & Motzek, T. (2014). Impacto del diseño del entorno construido en las personas con demencia: Una revisión basada en la evidencia. Revista de investigación y diseño de entornos sanitarios. 8(1), 127-157.
Un mal diseño acústico no solo es molesto, sino también poco saludable, especialmente para los ancianos de las residencias para la tercera edad.
Los trastornos de la memoria afectan la capacidad de una persona para interpretar su entorno físico y acústico. Senior Hotel Ainola, completado este año, ofrece un entorno acústico tranquilo, que fue un aspecto clave del proyecto desde las etapas iniciales de diseño