Degustación de sonido en Milán

Imagínate a ti mismo siendo un chef de un comedor. Probablemente harías todo lo posible para que la comida tuviera un sabor delicioso. Muy buenas materias primas para cocinar, hierbas, especias y mucho amor en la cocina. Pero, ¿y si los invitados todavía piensan que tu comida apesta? Prueba con paneles acústicos. El comedor Leonardo Campus de la universidad Politecnico di Milano es la prueba viviente de que hace que la comida sepa mejor.

“Tasting sound” es un proyecto del Politecnico di Milano que se ha desarrollado dentro de la línea de investigación “ecología acústica avanzada”. La idea surge de la investigación sobre los espacios para la alimentación. Ha demostrado que las malas condiciones de sonido pueden afectar no solo los aspectos psicológicos y fisiológicos de los invitados, sino también el sabor de la comida.

“Hay dos enfoques principales para hacer frente a este problema. En primer lugar, está el enfoque tradicional. Solo tiene en cuenta parámetros acústicos objetivos, como el tiempo de reverberación. En segundo lugar, está el enfoque holístico. Esto también tiene en cuenta la percepción subjetiva de los usuarios”, explica Andrea Giglio. Es coordinador del proyecto “Degustación de sonido”, arquitecto y Ph.D. estudiante en el Politecnico di Milano.

En un principio, el proyecto consistía en renovar el ambiente sonoro en el comedor del Campus Leonardo utilizando el enfoque holístico. Pero hay un problema con este curso de acción: consume demasiado tiempo.

“Así que nuestra idea era reducir el tiempo y desarrollar un buen flujo de trabajo digital entre el rendimiento y las geometrías”, explica Andrea Giglio.

Digitalizando el espacio

La primera etapa del proyecto fue digitalizar el espacio con la ayuda de un algoritmo personalizado. El algoritmo ayudó a crear una relación de causa y efecto que relaciona las características geométricas, el rendimiento acústico y la percepción del sonido, todo en el mismo modelo digital.

“Nos permitió definir un catálogo de posibles soluciones en cuanto a los requisitos acústicos, la percepción humana y los aspectos estéticos y de montaje. De más de 20 soluciones pudimos elegir una, gracias al algoritmo”.

Cuestionario para los parámetros subjetivos

Para recoger la percepción subjetiva, Andrea y el equipo de investigación realizaron una encuesta de 30 preguntas. El parámetro utilizado fue el nivel de satisfacción de varios factores como:

  • entorno sonoro
  • disponibilidad de asientos
  • calidad de iluminación
  • ubicación de la cantina
  • posibilidad de tener una conversación privada
  • los muebles
  • la limpieza
  • posibilidad de controlar la temperatura
  • la circulación de aire en el comedor.

“Pudimos crear diferentes perfiles entre los usuarios en función de la sensibilidad de percepción del sonido, de baja a alta sensibilidad. Nos permitió ubicar en qué parte de la cantina la percepción era satisfactoria e identificar las principales fuentes de sonido molesto”, dice Andrea.

Control con paneles acústicos autónomos

La rehabilitación acústica consistió no sólo en la sustitución de los paneles acústicos del falso techo por un diseño de rejilla convencional. El equipo también instaló algunos paneles independientes, montados en el techo a cuatro distancias diferentes. Esto creó no solo una estética dinámica del espacio, sino que también permitió controlar la acústica de diferentes maneras. El número de paneles cerca de las principales fuentes de sonido molesto, como la cocina, podría aumentarse de esta manera.

“Con esta intervención pudimos disminuir el tiempo de reverberación hasta en un 50% a 500 hercios”, afirma Andrea.

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Resultó que antes de la intervención, las condiciones acústicas eran el peor factor y la calidad de la comida el segundo peor. Después, estos dos parámetros aumentaron mucho su clasificación.

Más satisfactorio en todos los parámetros

La encuesta se realizó antes y después de la remodelación. El resultado habla por sí mismo. El nivel de satisfacción aumentó en todos los parámetros.

  • El 70% de los usuarios comentó que en el nuevo entorno se apreciaba una alta calidad, también en términos de inteligibilidad del habla.
  • El nivel de satisfacción con el sonido aumentó hasta en un 50%.
  • Las personas sentadas en la misma mesa pudieron entenderse mejor. Antes de la remodelación, los invitados preferían sentarse lejos del área de la cocina. Después, esta zona era tan deseada como cualquier otra zona del comedor.

“Resultó que antes de la intervención, las condiciones de sonido eran el peor factor y la calidad de la comida el segundo peor. Después, estos dos parámetros aumentaron mucho su clasificación”, señala Andrea Giglio.

Demostrablemente, algunos paneles acústicos de buena calidad hicieron que la comida tuviera un sabor delicioso. Por lo tanto, si alguna vez come en el comedor del Leonardo Campus en Milán y transmite su satisfacción a la cocina después de la comida, no se sorprenda si el chef le responde "¡Oh, eso es solo el sabor del sonido!"

 

Texto: Lars Wirtén

 


Nota: El techo del comedor del Campus Leonardo se renovó con Ecophon Solo y paneles Hygiene.