Norma de edificación WELL: certificación que no olvida el sonido

Las personas pasamos más tiempo que nunca en espacios cerrados, lo que repercute en nuestra salud física y mental debido al ruido, la falta de luz natural, la mala calidad del aire y el movimiento limitado. La norma de edificación WELL, cuyo objetivo es mejorar la salud y el bienestar de los ocupantes, demuestra que los edificios del futuro se diseñarán cada vez más para las personas que los ocupan.

Las normas de construcción suelen tener en cuenta el rendimiento de un edificio, incluida la eficiencia energética, el consumo de agua y el uso de materiales. Pero, ¿qué ocurre con los ocupantes? Un edificio respetuoso con el medio ambiente y bien construido no ofrece garantías de que se tengan en cuenta sus necesidades, ni siquiera cuando está certificado en la mayoría de los casos. A menos que cuente con la certificación WELL Building Standard.

¿Qué es la norma de construcción WELL?

La norma WELL Building Standard es un programa relativamente nuevo lanzado en 2014 por el International WELL Building Institute (IWBI). La norma está diseñada para evaluar y certificar edificios en función de su impacto en la salud y el bienestar humano. Debido a la demanda de mejores condiciones de trabajo, la certificación ya ha ganado un reconocimiento significativo en la industria de la construcción, con miles de proyectos en todo el mundo ya certificados.

Uno de los aspectos únicos de la certificación WELL es que también tiene en cuenta el comportamiento de las personas y cómo un edificio y su mobiliario pueden contribuir positivamente a su salud y bienestar. Desde la calidad del aire y el agua hasta el confort térmico, la acústica y la iluminación, la certificación WELL abarca una amplia gama de factores que pueden afectar a nuestra salud física y mental.

¿Cuáles son los principales requisitos de la certificación WELL?

WELL contiene un amplio plan paso a paso para mejorar la calidad de nuestros ambientes interiores. Los 10 conceptos principales de WELL tratan los siguientes temas: aire, agua, nutrición, luz, movimiento, confort térmico, sonido, materiales, espíritu y comunidad. Estos conceptos contienen 108 características relacionadas con el diseño, la cultura, la política y el mantenimiento, todas ellas destinadas a favorecer nuestra salud física y mental.

Las características se dividen en criterios específicos que un edificio debe cumplir para ser certificado. Aquí se hace una distinción entre 2 tipos de funciones: condiciones previas y optimizaciones. Las condiciones previas son requisitos obligatorios fundamentales para obtener el certificado WELL, mientras que las optimizaciones son características opcionales que aportan puntos adicionales.

Si se cumplen los requisitos específicos y se implantan las distintas funciones, pueden obtenerse puntos para cuatro niveles de certificación: bronce, plata, oro y platino. Para seguir el progreso hacia un nivel de certificación concreto, se puede desarrollar un cuadro de mando que muestre los requisitos y haga un seguimiento de los avances en relación con ellos. De este modo, un equipo de proyecto puede controlar que se alcanza el nivel de certificación deseado.

¿Cómo contribuye WELL a mejorar los entornos sonoros?

La atención al confort acústico y sonoro es uno de los aspectos esenciales de la norma WELL. El ruido es una fuente importante de estrés y malestar, especialmente en espacios compartidos como oficinas, aulas y hospitales. Los estudios han demostrado que el ruido excesivo puede aumentar los niveles de estrés, disminuir la productividad e incluso provocar problemas de salud como pérdida de audición y enfermedades cardiovasculares. (Si desea más información sobre estos efectos, consulte nuestros resúmenes de investigación sobre oficinas, educación y sanidad).

La certificación WELL evalúa diversos elementos del entorno acústico, como las mediciones del nivel sonoro, la privacidad de la palabra, la reducción del ruido y los paisajes sonoros. Todos estos factores contribuyen a crear un entorno propicio al bienestar de diversas maneras.

La medición del nivel sonoro permite evitar molestias por ruido excesivo y crear y mantener un nivel sonoro confortable en el interior. Los requisitos de privacidad de la voz permiten mantener una conversación privada. Las estrategias de diseño inteligentes, como el uso de materiales que absorban el sonido, pueden reducir las distracciones y crear ambientes confortables en un edificio. Por último, se estimula la creación de paisajes sonoros agradables, por ejemplo utilizando sonidos naturales que favorezcan la relajación o la concentración. El resultado obvio es un entorno sonoro saludable que puede ayudar a reducir el estrés, aumentar la concentración y mejorar el rendimiento cognitivo.

En conclusión...

La norma WELL Building ayuda a enfocar de forma diferente el diseño y la construcción de edificios. Los edificios con certificación WELL suelen tener un menor impacto ambiental gracias al incentivo de los materiales sostenibles, pero sobre todo es una poderosa herramienta para diseñar espacios que promuevan un clima interior más saludable y productivo, que favorezcan un bienestar mental y emocional que conduzca a usuarios felices y sanos en un edificio. Desde la mejora de la calidad del aire y la acústica hasta la incorporación de elementos de diseño biofílico, la norma de construcción WELL está transformando nuestra forma de concebir los edificios y, en última instancia, nuestro propio bienestar.

 

Texto: Bianca Scherpenhuyzen, Local Concept Developer, Ecophon Países Bajos​