
Un hospital bien diseñado ayuda a los pacientes a recuperarse más rápido.
Hace solo unas décadas, los edificios hospitalarios eran principalmente lugares en los que se daba prioridad a la funcionalidad y los aspectos prácticos. Hoy en día, los interiores bien diseñados mejoran la comodidad general de los pacientes durante todo el proceso de tratamiento, lo que repercute significativamente en su bienestar y, a largo plazo, también contribuye al ahorro de la instalación.



